16. Corrosión

El aluminio sin tratar tiene una gran resistencia a la corrosión en la mayoría de los entornos. Ello se debe principalmente a que el aluminio
forma espontáneamente una capa de óxido fina pero eficaz, lo cual evita una mayor oxidación.

El óxido de aluminio es impermeable y, a diferencia de las capas de óxido que se forman en muchos otros metales, se adhiere con resistencia al metal madre. En caso de daños mecánicos, la capa de óxido de aluminio se repara a sí misma inmediatamente.

Esta capa de óxido es la razón principal por la que el aluminio tiene tan buenas propiedades contra la corrosión y se usa en tantas aplicaciones. La capa es estable en el rango general de pH 4 – 9.
En caso de entornos muy ácidos o alcalinos, el aluminio se corroe con relativa rapidez.